A los 88 años, falleció el Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y jesuita en la historia de la Iglesia Católica. Su muerte se produjo a las 7:35 a.m. (hora local de Roma) en Ciudad del Vaticano, el 21 de abril de 2025, tras sufrir un derrame cerebral que derivó en insuficiencia cardíaca, luego de haber sido hospitalizado en marzo por una neumonía doble.
Nacido como Jorge Mario Bergoglio el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, Francisco fue elegido Papa en marzo de 2013. Su llegada al trono de San Pedro marcó un punto de inflexión en la historia eclesial: fue el primer pontífice originario de América Latina y el primero perteneciente a la Compañía de Jesús.
Sede vacante y últimos deseos
Con su fallecimiento, se activó el protocolo de sede vacante. El cuerpo del Papa Francisco fue trasladado el 23 de abril a la Basílica de San Pedro, donde permanece en capilla ardiente. El funeral se celebrará el sábado 26 de abril a las 10:00 a.m., presidido por el cardenal Giovanni Battista Re.
Fiel a su estilo humilde, Francisco pidió ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en una tumba sencilla, sin ornamentos ni símbolos papales. También pidió eliminar el uso de los tradicionales tres ataúdes y del báculo papal durante la exposición.
Su legado
El Papa Francisco transformó la visión pastoral de la Iglesia con un enfoque profundamente humano. Desde el inicio de su pontificado, insistió en que la Iglesia debía estar del lado de los excluidos. “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre para los pobres!”, expresó en una de sus frases más recordadas. Su compromiso con los migrantes, los presos, los enfermos y todos aquellos relegados por la sociedad fue una constante.
Su preocupación por el planeta lo llevó a escribir la encíclica Laudato Si’ (2015), con la que se convirtió en un referente global en la lucha contra el cambio climático. Allí convocó a una “conversión ecológica” y denunció el daño ambiental como una forma de injusticia social.
Otro rasgo distintivo de su papado fue su incansable labor por la paz y el entendimiento entre religiones. En 2019, firmó junto al Gran Imán de Al-Azhar el Documento sobre la Fraternidad Humana, un hito en el diálogo interreligioso que reafirmó su apuesta por el respeto y la cooperación entre credos.
Aunque mantuvo las enseñanzas esenciales de la Iglesia, Francisco adoptó una actitud abierta y compasiva ante realidades complejas. Dió pasos hacia la inclusión de personas LGBTQ+, promovió el acompañamiento pastoral de divorciados vueltos a casar y alentó una mayor descentralización de la autoridad en la Iglesia, confiando en las iglesias locales para responder a sus propios desafíos.
Vivió con una humildad que inspiró a millones. Desdeñó el uso del palacio apostólico y eligió residir en la modesta Casa Santa Marta. Se trasladaba en autos sencillos y siempre buscó predicar con el ejemplo. Su nombre papal, Francisco, reflejaba su inspiración en San Francisco de Asís: la pobreza voluntaria, la humildad radical y un amor inmenso por toda la creación.
Reformas internas
Intentó reformar la curia romana, combatir los abusos sexuales en la Iglesia, mejorar la transparencia financiera del Vaticano y abrir espacio a una mayor participación de las mujeres.
El próximo cónclave
Según las normas vaticanas, el cónclave para elegir a su sucesor deberá celebrarse en mayo de 2025, dentro de los 20 días posteriores a su muerte.
Una era que marcó la historia
La partida del Papa Francisco cierra una etapa única en la Iglesia Católica. Fue un pastor que transformó el papado con gestos concretos, palabras profundas y una sensibilidad extraordinaria ante los desafíos del mundo moderno.