Cómo actuar ante la mordedura de una Yarará

En esta nota daremos unos simples consejos sobre que hacer y que no hacer si somos mordidos por una yarará

La yarará es de hábitos crepusculares y nocturnos, así que si solemos realizar actividades a esta hora aumentamos las posibilidades de un encuentro con dicho animal.
Ante la mordedura lo que se recomienda es dirigirse al hospital mas cercano, para que nos realicen un diagnostico diferencial para determinar de que ejemplar es la mordedura. La mayoría de los hospitales centrales cuentan con el correspondiente suero antiofídico.
En el caso de la mordedura de yarará disponemos de doce horas para aplicar el suero antiofídico, pero como comentamos anteriormente se recomienda asistir lo antes posible a un centro asistencial, ya que en caso de encontrarnos en una zona alejada y que en el lugar no dispongan de dicho suero, este tiene una demora en llegar.

¿Que hacer?

• Permanecer en reposo y tomar abundante agua. Intentemos movernos lo menos posible para evitar una mayor circulación del veneno en nuestro organismo.
• No intentar capturar al animal.
• Retirar toda prenda y accesorios de la zona afectada que nos pueda comprimir en la distensión del edema.
• No aplicar succión, torniquetes, laceraciones, etc. Ya que no solo no ayudan si no que resultan perjudiciales.
• Ir al centro asistencial mas cercano lo antes posible.

¿Cuales son los síntomas?

• Gran dolor inmediato.
• Observaremos las marcas de los colmillos, eventualmente podremos observar un solo orificio, pero no debemos minimizar la situación, ya que la víbora puede haber perdido un colmillo durante sus actividades de caza, pero conserva su potencial daño.
• Se produce un edema que va tomando un color morado
• La perdida de sangre por los orificios causados por la mordedura no se detiene.
• Un poco después pueden aparecer ampollas y si no se recibe la atención medica puede producirse la necrosis de la zona afectada. Se puede sufrir hipotensión, palidez y náuseas. Otros síntomas que pueden observarse más adelante son el sangrado por la nariz y hemorragias digestivas, “lo cual puede llevar a la muerte”

Fuente: LA NACIÓN